Los calambres musculares son espasmos repentinos e involuntarios en los músculos. Estos provocan fuertes molestias y dolores, pero son muy comunes, especialmente durante el deporte o durante la noche.
Durante el momento del calambre, se suele notar un bulto rígido y agarrotado, acompañado de dolor. Esta dolencia puede durar desde unos segundos hasta minutos, en pocas ocasiones el músculo se queda afectado durante horas, aunque puede llegar a pasar.
Te contamos todo sobre los calambres musculares a continuación.
Causas
Las causas por la que se ocasionan calambres musculares pueden ser numerosas:
- Sobrecarga muscular: es una de las causas más comunes y ocurre especialmente durante la práctica de ejercicio físico cuando se fuerza demasiado un músculo.
- Trabajos físicos duros.
- Mantener la misma posición durante un período largo: por esta razón, en ocasiones se tienen calambres mientras dormimos.
- Deshidratación: al no tener suficiente líquido, los músculos no se contraen ni se relajan correctamente. Por eso, hacer ejercicio en lugares muy cálidos, favorece la aparición de calambres musculares.
- Deficiencia nutricional.
- Bajos niveles de vitaminas y minerales.
- El embarazo.
- Insuficiente suministro de sangre.
- Algunas enfermedades como la diabetes, trastornos nerviosos, tiroides, etc.
- Algunos medicamentos.
Por estas razones, las personas más propensas a sufrir de calambres musculares, son:
- Personas que practican deporte de manera regular.
- Personas que no se hidratan correctamente.
- Deportistas de élite.
- Personas con sobrepeso.
- Personas mayores.
- Mujeres embarazadas.
Síntomas y consecuencias
Los calambres musculares producen fuertes molestias, produciendo contracciones en los músculos de manera repentina y de forma brusca. Los calambres suelen durar poco tiempo y acaban cediendo al estirar el músculo.
Las zonas del cuerpo donde es más común tener este tipo de dolores, son:
- Piernas.
- Gemelos.
- Entrepiernas.
Estas dolencias repentinas, por lo general, no llevan a complicaciones mayores, a no ser que se realicen movimientos perjudiciales para el músculo. Debes prestar especial atención en los siguientes casos:
- Molestia demasiado intensa y duradera.
- Hinchazón.
- Enrojecimiento o cambios en la piel.
- Debilidad muscular.
- Los calambres se producen muy a menudo.
- Si tomas precauciones y aun así no cesan los calambres.
Cómo aliviar los calambres musculares
Si no hemos prevenido y surgen los calambres musculares, estos son algunos consejos para actuar ante estas dolencias:
- Realiza estiramientos de manera suave.
- Masajea la zona.
- Aplica calor o frío.
Cómo prevenir los calambres musculares
La prevención siempre es el mejor tratamiento. Se puede prevenir de esta manera:
- Hidratación antes, durante y después del entrenamiento.
- Entrenamiento de manera gradual.
- Estirar antes y después de entrenar.
- Deja que tus músculos descansen.
- Utiliza el calzado adecuado.
- Si eres deportista, incluye en tu dieta suplementos deportivos como las proteínas, pre- entrenos, bcaa´s, etc. Los suplementos aportan a nuestro organismo los nutrientes necesarios para mejorar nuestros entrenamientos y evitar los calambres musculares.