Hoy es 21 de junio y empezamos el verano. Esta época puede afectar a nuestro organismo y en ocasiones, traernos efectos perjudiciales para nuestra salud.
En invierno es normal resfriarse, pero en verano, los problemas de salud aumentan ya que las defensas también se debilitan.
El calor, desencadenante de la mortalidad
¿Sabías qué cuanto más altas son las temperaturas, aumenta más el número de muertes?
No estamos hablando de golpes de calor, esos casos son los de menos, sin embargo, el calor causa un mayor número de muertes porque empeora los síntomas que ya tenemos, sobre todo los empeora ante ciertas enfermedades.
Por cada grado que aumenta, la mortalidad también aumenta en un 3,3%.
A partir de los 40º los síntomas del calor comienzan a ser más frecuentes. Estos son algunos de los síntomas más frecuentes y que se suelen relacionar con los golpes de calor.
- Vómitos.
- Convulsiones.
- Delirios.
- Dolor de cabeza.
¿Quiénes son más vulnerables al calor?
Las temperaturas empiezan a subir en verano y no todos sentimos el calor igual, hay personas que son más vulnerables al calor a causa de su organismo, sus condiciones de salud, las actividades que realice… todos estas condiciones limitan la capacidad de una persona a hacerle frente a los cambios de temperatura.
Las personas más vulnerables al calor deben tener especial cuidado durante el verano y tomar las medidas oportunas.
Estos son los grupos más vulnerables a las altas temperaturas:
- Niños menores de 5 años. Los niños pierden líquidos con mucha rapidez, por lo que aumentan las posibilidades de deshidratación y ellos no saben identificar lo que les está pasando.
- Mayores de 65 años. En las personas mayores, el termorregulador trabaja más lentamente y su organismo tarda más tiempo en regular la temperatura. Además, las personas mayores tienen menor percepción de la sed y aumenta el riesgo de sufrir una deshidratación. Estas razones aumentan las posibilidades de sufrir un golpe de calor.
- Hipertensión. Las temperaturas altas hacen que se dilaten las arterias, favoreciendo la deshidratación y por consiguiente, una bajada de tensión.
- Personas con enfermedades crónicas.
- Personas con obesidad. A las personas con sobrepeso se les dificulta la capacidad de deshacerse del calor de sus cuerpos. Es por ello, que se provoca una sudoración excesiva y aumenta el riesgo de deshidratación.
¿Qué medidas preventivas tomar?
- Estar más atentos a los grupos de riesgos.
- La hidratación es muy importante.
- Controla lo que comes.
- Protégete del sol.
- Mejor por la sombra.
- La ropa es importante. Es preferible usar ropa ancha y transpirable.
- Regula la temperatura del coche. Mucho calor dentro del coche puede producir somnolencia.
- Si tienes síntomas como malestar, dolor de cabeza, confusión, piel enrojecida… no dudes en acudir a tu médico.