Con la llegada del buen tiempo, la exposición de nuestro cuerpo a la radiación ultravioleta aumenta y es prácticamente constante durante los meses de primavera y verano, lo que va provocando daños y afectando a la salud de nuestra piel.
Actualmente en España hay más de 4000 casos de melanoma al año, y en los últimos 4 se ha producido un aumento del 38% de los casos de cáncer de piel, convirtiendo al melanoma en el responsable del aproximadamente 90% de las muertes por este tipo de cáncer.
El riesgo de padecer melanoma puede afectar a personas de cualquier edad, aumentando la probabilidad a medida que las personas van envejeciendo. Pero en los últimos años se están dando casos en los que cada vez es más común el diagnóstico del melanoma entre personas más jóvenes, sobre todo en aquellos hombres y mujeres con piel y ojos claros, rubios o pelirrojos.
Con estos datos, el control y la prevención se convierten en aliados esenciales para poder evitar el melanoma y conseguir diagnosticarlo a tiempo, por ello, una revisión anual de lunares y piel será clave para detectar su aparición y poder tratarlo con éxito, ya que detectado de forma precoz, el melanoma se puede curar en más del 80% de los casos.
Además, el uso de protección frente al sol (accesorios como gorra, ropa, gafas…) debe siempre acompañarse del uso de crema protectora 30 minutos antes de la exposición y ser renovada cada 2 horas aproximadamente, así como evitar la exposición al sol durante las horas centrales del día de mayor radiación (de 12h a 16h).
Exponerse al sol sin ninguna protección (en cualquier sitio, no solamente en la playa) puede llegar a ser muy perjudicial para la salud, por ello es necesario tener fotoconciencia, es decir, conocer y entender cuales pueden ser las consecuencias de la radiación ultravioleta y el poder del sol para ponerle remedio incorporando a nuestro estilo de vida hábitos saludables y actuar en consecuencia.