La vista es uno de los sentidos más importantes y es necesario cuidarlos durante todo el año, pero en verano debemos prestar especial atención, ya que cualquier agente externo puede desembocar en una patología ocular.

Las patologías oculares más comunes en verano

El verano y el calor incitan a pasar más tiempo al aire libre, a tomar el sol, ir a la playa y a piscinas… Esto implica cambios bruscos de temperatura y diferentes tipos de agua que pueden afectar a nuestra salud ocular.

Por ello, el verano es la época en la que más precaución debemos tener con la exposición al ambiente, ya que puede afectar a nuestra vista. Estas son las afecciones más comunes en verano:

1. Conjuntivitis: es una inflamación en la piel que recubre la superficie interna de los párpados y la superficie anterior de   la córnea. Hay tres tipos de conjuntivitis.

  • Conjuntivitis alérgica: a causa de alergias que tienen reacción en los ojos.
  • Conjuntivitis infecciosa: se producen por las altas temperaturas.
  • Molluscum contagiosum: por lo general se desarrollan en las piscinas y es más común entre los más pequeños.

2. Fotoqueratitis: es una inflamación de la córnea, y puede provocar miopía, hipermetropía o astigmatismo. Es una afección muy común en verano a causa de las radiaciones ultravioleta. Sus síntomas pueden ser:

  • Dolor.
  • Enrojecimiento.
  • Lagrimeo.
  • Dificultad visual.

3. Orzuelo: inflamación de una glándula en la base de las pestañas. Esto provoca molestias, dolor e hinchazón en el párpado.

4. Celulitis preseptal: inflamación en la zona blanda de la órbita ocular. Las personas más propensas a esta afección son los niños y las personas mayores y los síntomas pueden ser:

  • Dolor agudo.
  • Fiebre.
  • Malestar general.

5. Desprendimiento del vítreo posterior: consiste en la aparición de moscas flotantes o destellos de luz. Esta afección es más frecuente en personas con miopía u operadas de cataratas.

Factores de riesgo para los ojos

  • El agua: tanto el cloro de las piscinas como la sal en el agua de mar, puede irritar los ojos. Las primeras consecuencias son irritaciones, ojos rojos, molestias o lagrimeos. Esto puede desencadenar en alguna de las enfermedades previamente explicadas.
  • Sol: los rayos ultravioleta, al igual que son dañinos para la piel sin protección, también lo son para los ojos. Una alta exposición puede llegar a causar una pérdida de visión.
  • Cuidado con las lentillas: usar lentillas bajo el agua puede dañar tu visión de forma permanente, provocando graves infecciones.
  • Aire acondicionado: el aire acondicionado aumenta la sequedad en los ojos, especialmente en las personas que ya tienen alguna patología. Esto puede provocar molestias, escozor, quemazón y ojos rojos.

Consejos para proteger los ojos

El cuidado de los ojos es importante en todas las épocas del año, pero en verano están expuestos a más afecciones como hemos visto anteriormente. Para proteger tus ojos puedes seguir algunos de estos consejos:

  • Usa vitaminas para la vista. Estas te proporcionan un aporte extra de protección, fortalecen tus tejidos oculares y la retina. De esta manera, reducimos las probabilidades de que las irritaciones comunes en verano se conviertan en una afección con mayor gravedad.
  • Lleva gafas de sol.
  • Lleva sombrero.
  • Usa gafas de buceo.
  • Lávate la cara después de los baños en la piscina o en el mar.
  • No mirar directamente al sol.

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